¿A tiempo o destiempo?

Un par. Entre millones.

Kilómetros y kilómetros que coinciden por Diosidencia.

Aunque a destiempo, intenso y hermoso.

Si bien a destiempo, romántico y penetrante.

Un par. Entre millones, se preguntan ¿Qué es el tiempo?

Tal vez estamos de turno, diciendo que no nos toca.

O nos tocó lo que tocaba. Puede que las dudas ronden y evitarlo nos cueste tanto como poner orden.

¿Pero que es el tiempo en su relatividad?

En la música el compás cuatro por cuatro, tiene fusas y semifusas igual que el tres por cuatro o el cuatro por ocho, en el cine el tiempo lo lleva un director y años pueden pasar en minutos, tal vez en horas. En la vida, en el arte, pero sobre todo en el amor, el tiempo es tan relativo, que a tiempo o destiempo, solo períodos dirán si era correcto seguir o esperar.

Cuando la duda sonsaque y el miedo corrompa, cuando la brisa no sople y la cosecha se pare. Cuando la crisis, sea crisis y el amor no nos mueva, temeré, Pero el tiempo que es tan conexo como queramos esperará.

Como el amor que todo lo espera, no esperaremos el tiempo.

Como el amor que trasciende, amaremos como debamos amar.

Sin pre ocuparnos, nos ocuparemos y sin largas demoras, viviremos.

Que coordinar sea imposible y lo imposible sea de Dios.

Que vivir sea en conjunto aunque no nos llamemos dos.

Vivir sin presión, sin mucha alusión, sin recuerdos contantes de lo que es, fue o pudo ser nuestro amor.

Vivir viviendo, pues la felicidad se construirá a tiempo o destiempo.

Dos que son para la sociedad, pero que juzgados por la humanidad, no saben si ser un “dos” producto de suma o entes contados de manera individual.

Volviendo relativos el tiempo y la distancia, se encontraron, se miraron y fueron embargados por una sonrisa que parecía casual.

Se enamoraron en las vías de un tren. Un tren que no iba al sitio correcto.

Se enamoraron en las vías de un tren, un tren que aún no tiene dirección.

Un par. Entre kilómetros coincidieron, curioso el destino, tan tarde y tan a tiempo.