Me preguntaron que siento por ti

Era de las que evadían el término.
Pero hoy sin él, de explicarlo no termino.
Pensé que con patrones o siendo previsiva lo sabría.
Que triunfaría en controlarlo, buscarlo o evitarlo.
En alguna oportunidad pensé que, tal vez, podía asemejarlo al primer sentir.
Luego descifré que, en el tema, soy desmañada.
Originalmente, me preguntaron que siento por ti y responder no pude.
Revisé en lo profundo y encontré una inmensidad.
Traté de descifrar, de que tipo era la amistad.
Examiné y contesté.
Los patrones de amistad según lograba entender,
no encajaban con la respuesta que acababa de obtener.
Inspeccioné de nuevo y me sinceré
Me preguntaron que siento por ti,
Lo acepté.
Todo cuanto juzgaba se transformó,
Me encuentro caminando por un bosque basto y profundo.
Un boscaje que da sosiego y esperanza.
Con árboles de grandes raíces, con verdes y brillantes hojas.
La brisa roza mi piel constantemente y el sol se cuela entre la arboleda.
Me encuentro observando el mar o sintiendo la nieve en mi piel.
Me encuentro entre olores y colores, en una pradera infinita.
Estoy aquí, con todo el cuerpo en la cueva.
Con las manos en el Fuego.
Me han versado sobre algunas rúbricas.
Estoy al cabo de la calle con la mayoría.
Me encuentro privilegiando Sonrisas.
Mirando a través de luciérnagas, que se encienden con una luna especifica.
Pasé del singular al plural, un plural que es singular.
El arte y la pasión que siempre caminaban conmigo, hoy se enlazan con fuertes nudos, formando una línea infinita que vuelve relativos los kilómetros.
Sin ver el pasado, ni anhelar un futuro.

Sin dependencia o apego.
Una opción fundamental
Es pasión que se desborda de un mar de miedos, que lejos de paralizar, impulsan.
Me preguntaron que sentía por ti.
Sin vacilar lo pensé.
Sentir en la misma proporción del vivir.
Como el don de la comunicación,
como una atractiva canción.
Se escucha al cerrar los ojos, se siente como eterno temblor.
Trasciende y construye.
Examinaron que sentía por ti y deje correr la cortina para mostrar mi sentencia.
Una condena de pocas silabas, pero de implicaciones bastas.
Me investigaron y respondí,

Me enamoré.

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