Afonía Borrascosa.
Desperté sin ti, retenía fe en tu
presencia, pese a esto, impensadamente desapareciste. Camino en un día oscuro,
eclipsado por nubes que quieren llorar. Cuan llenos están los Mares de aves, cuan
vacíos los viñedos de uvas.
Si la alegría que nos arropa es como
canto de Jirafa y la armonía de mi alma hace natación entre icebergs.
Turbada me distraigo con
proyecciones del futuro, pero te siento aturdido por ese ruido de oscuridad, tú
lo buscaste, yo intente soportarlo, pero no puedo. Grito en mis adentros, pero mi
alarido se pierde en el tormentoso invierno, hasta yacer bajo esa nieve de
recuerdos, de anhelos y terrores.
Tanto miedo preventivo se ha convertido
en el azote del hoy, ocultando lo bueno y certero, lo prefecto de nuestra pasión.
Turbulenta y agresiva la pelea de
las masas, golpean, gritan y disparan; me dan el norte, pero se vuelve
aterrador, si no se refrigera cualquier solución. En mi cabeza no termina, se
ha vuelto chillona, esa pelea de las masas, la que atravieso si no estás.
Estar, nunca fue material, nunca
físico o esperado. Estar fue tan relativo que, aunque alguno no estuviera consciente
simplemente era evidente. Hoy me pregunto si estas como nunca lo había hecho,
hoy desperté en un silencio tan ensordecedor y violento que me ha dejado sin
aliento. Si miro al horizonte y no me pierdo, si el sabor del café no me ha
calmado, si orando te distancias tanto, en mi llanto el consuelo será escapar
de tu lado.
La certeza y el amor, quedaron desconcertadas, pues, aunque te dieron su voto, desapareciste tras las campañas.
La certeza y el amor, quedaron desconcertadas, pues, aunque te dieron su voto, desapareciste tras las campañas.
Mantengo mi
dignidad tolondra, mi amor golpeado y mi fe más ciega que nunca. Amparo una
normalidad extraña y camino como si escuchara. Como si el escalándolo de mi
corazón no existiera, como si tu estuvieras ahí, pues todo entre nosotros es,
aunque imaginemos, proyectos y velemos por un futuro sin el otro.
Este
silencio tormentoso, que desconcierta mi alma, puede ser la respuesta o la
evidente desgracia, sin embargo, en la duda quedaran mis palabras, pues hoy caminamos
dormidos y decidimos de espaldas.
A mi
parecer, viviremos con el desorden en su lugar, solo debo acostumbrarme a este sistema
ficticio y hacerte creer que es nuestro un amor imaginario.
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