Pasion
¡Ay pasión! la de los que son, la de los
que serán. La de los sueños, la de la verdad.
La de los ojos cerrados, que perciben más
que un sinnúmero de microscopios.
De Manos y oídos, a todo dar, que son alma,
que transporta, que conquista.
Y el corazón que no late, que más que eso,
se transforma en percusionista, y es el ritmo de esa vida, la anhelada, la de
nuestros sueños.
Pasión, esa que siento cuando somos, cuando
estamos, pasión que mueve esta certeza que arraiga la fe, que arraiga la vida.
Mi café de utopías, mi Atlantis
descubierto.
Quien no cree en los sueños, seguro vive
una viva tan triste, que le agobia el buen descanso y el que no vive en el
descanso, nunca duerme suficiente, nunca vive como debe.
Quien no cree en los sueños, no será, no
es.
Quien vive los sueños, es capaz de remover
la historia, de destruir fronteras, es capaz de ser.
Ser, lo que anhelamos. Ser lo que todos
quieren ser.
En la abstrusa, la tentación de volar será
una ilusión perenne. Pero acá, en tierra, soñar despiertos hará que, sin ir al
cielo, el cielo venga a nosotros y consigamos la verdadera felicidad.
Me preguntaron por ti y sentí esta pasión,
la que defino, solo al cerrar los ojos y sonreír.
Sin pensar, apenada, dije tu nombre y
sonreí, el disimulo me abandonó por completo y quedando en evidencia añadí “No
lo conoce”
Sin embargo, pensé, si debiera hacer que lo
conozca, ¿qué diré?
Sin tanta vuelta, en la sonrisa de mi alma,
se comenzaron a escribir cada uno de tus rasgos, de tus expresiones, de tus
particularidades.
Y Sin tener que cerrar mis ojos, aquí te
tuve.
Fronterizo, frente a frente, junto a mí, a
pesar de la distancia.
Disfruté al soñador, que me hace ser arte.
Y con la brisa de esta tierra, tu esencia
despertó mis sentidos. Ese olor a innovación y rebeldía, a locura, a Café,
negrito, del que impregna la vida.
Por esto, pensé. Si te debo describir, ¿Qué
diré?
ahora lo sé.
Responderé.
En el misterio que nos une, es mi maestro
de Esperanza, compañero de sueños y pasiones, es la certeza que me lleva a donde
quiero ir, porque juntos siempre vamos a Dios, pero es misterio, por lo que no
puedo decir bien si es, ni a cabalidad cuanto de todo es. En resumidas cuentas
es noche de luna llena, bailes bajo la lluvia, días de café, rodilla ante el
sagrario y destino, diosidencia o casualidad, como le quieran llamar. Tal vez
así lo describa, o no, tal vez solo lo diga en mis adentros, tal vez solo
responda tu nombre, sonría y añada algún dato común de ti.
Sea como sea, nuestro misterio es y será,
si es y aunque deje de ser.
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